Notas en Fa de corazón

El llanto se lo traga Chopin junto conmigo.
Una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla, mientras Chopin se me restriega y me ruega que lo repita.
Están dentro de mí ardiendo los pensamientos, estoy tan sensible y recóndita que nada alcanza mis gritos silenciosos.
Me siento indigna. Esa es una dolorosa verdad que le pide al silencio le proporcione cobija. Tus palabras diarias se extienden desde tu balcón, alto y estelar, hasta mi tierra fiera de piedras y pastos verduzcos que negrean mi vereda solitaria. Y caen y caen como cabellos cuenta de riquezas que yo no merezco. Te pedí, suelta un poco tu cabello. Y ahora cae sobre mi todo entero.
Soy tan una y tú tan tanto. Yo no tengo nada y aún así para ti soy y tengo todo.
Pero me quiebro como hoja de septiembre si la lanza de la vida me invade.
Mi persona a veces me juega bastantes malas pasadas y temo mucho un día volver a inhalar el blanco de la ignominia. Por eso me abrazo fuerte a tus redes entrañas de encino. Porque yo soy un manglar y vos sos todo mi rito.
Diferentes especies, ¿lograran procrear?
Alguna noche con lágrimas similares a las de ésta, te logré confesar a manera de prólogo de esto que hoy somos que…eso, pues eso. Que lloraba mucho. Mucho. Que mi llanto carbonizaba todas las vírgenes arenas de todas las exploradas islas de mi vida.
Soy sólo una piedra y tú de mi quieres sacar agua. Es hoy el día del tono pesimista.
Pero si a pesar de que sigo confesándote mis arrogantes errores, mis manos traviesas, mi verbo incendiario, mi caminar altivo, mi mirada autista y mis letras de palma, tú quieres seguir oliendo a coco y canela, te regalo mi mundana mundanidad, mi pequeñez frágil, mi ser roto…para que sigas suponiendo que soy una cascada y que mi río arrasará tu valle dotándolo de una flora exótica que nos de de beber y de comer los frutos que llevan a la eternidad…
Mientras, yo seguiré navegando en mi barca inmóvil, la de los ensayos…la de las palabras. En este mi mar salado. Y es que… una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla mientras Chopin me da su larghetto del concierto No. 2 en Fa menor, Op.21…………………………………………………………………………………………………………………………………………...Mientras, una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla……………………….. una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla…………………………………. una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla…………………….. una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla………….. una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla. una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla………………………………………………. una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla…………………………………… una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla………………………………… una tibiecita de lágrima camina sus calmos pasos por la pendiente de mi mejilla…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

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