Corazón al sol

Se invocó la calma y a lo lejos se escuchó un agitar de sonidos que invitan a un teponaztli divino, porque a las divinidades se invocaba.
Rogando la princesa azteca pidió favor a los dioses de regalarle el destello de la pluma afilada.
Hincada y postrada…
Por favor,
De favor,
Un favor,
Que la llenaran.
De ellos es, a ellos se debe, sólo pide lo que es suyo.
Palabras que la acerquen sin soberbia, porque agacha su cara, a su amado Nezahualcóyotl.
Dirá que cede la luna, pero no puede.
Dirá que cede su plataforma sagrada donde el rito transgrede, pero no puede.
Dirá tantas cosas, cuándo lo único que quiere es decir…
Y llamar a su bendita vestal a que la ame.
Que no se vaya la musa, aquella que fue invocada antes de que el tiempo fuera tiempo y se le llamara tiempo.
Musa musa musa de mil colores.
Trigueña sos, que la tierra arena te pare.
Dos tierras se unen, porque la princesa es canela y del color de su tierra, piel tostada por el sol.
Alguien afuera, le empieza a envidiar las letras.
Alguien grita…susurrante…
Las letras suben y bajan.
Suben, me aman, me matan y me acompañan.
La niña grande, la grande niña, la doncella, de tibieza y dorada cepa, viene caminando.
El secreto a voces…que el padre de ella no lo sepa.
Mancebo no la toques. Es sagrada toda ella.
Que se fundan todas las piedras del planeta.
Pónganse de pie los espectadores, nacerán dos volcanes. Un él y una ella, una ella con ella. Ella y ella, todas ellas.
La princesa sigue invocando, huele a copal y flores.
Viene llegando la dulce sacerdotisa…
Se ven, se miran. Sólo dos saben el final de una vista que se cruza y en su querencia se crea vida.
¿Cuántos océanos de vida les queda?
Una isla lejana crearán, para sus volcanes, sus lunas, sus aromas y sin duda, sus divinas letras.


Viene llegando…
Tiempo de sol
Corazón al sol………..